5 días, 500 Mascarillas

Mucha gente en Sisters Country y más allá se dieron cuenta simultáneamente que podían aplicar sus habilidades de costura para ayudar al personal sanitario de primera línea a preparar para la posibilidad que tuvieran que depender de las mascarillas de tela mientras desempeñaban el trabajo esencial de cuidar a nuestros seres queridos. Con la ayuda de las conexiones de medios sociales, los voluntarios afiliados a grupos recién creados y preexistentes terminaron elaborando y distribuyendo miles de mascarillas y otros PPE.

Lo que hicimos

En marzo de 2020, las escaseces en el suministro de equipo de protección personal (PPE) en los centros de atención médica llevaron al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades a emitirles dirección a los proveedores de atención médica sobre qué hacer si sus suministros de mascarillas de N95 y otros PPE aprobados por el CDC se agotaron por completo en la pandemia de COVID-19. Como última línea de defensa desesperada para el personal sanitario, el CDC aconsejó que los proveedores pudieran considerar el uso de mascarillas de tela no probadas ni aprobadas.

Mucha gente en Sisters Country y más allá se dieron cuenta simultáneamente que podían aplicar sus habilidades de costura para ayudar al personal sanitario de primera línea a preparar para la posibilidad que tuvieran que depender de las mascarillas de tela mientras desempeñaban el trabajo esencial de cuidar a nuestros seres queridos. Con la ayuda de las conexiones de medios sociales, los voluntarios afiliados a grupos recién creados y preexistentes terminaron elaborando y distribuyendo miles de mascarillas y otros PPE.

Grupos y empresas, incluidos los Central Oregon Emergency Mask Makers (Los Costureros de Mascarillas de Emergencia de Oregon Central), miembros de comunidades de fe y costura de colchas en Sisters Country, Age Friendly Sisters Country, Citizens4Community, The Nugget, y Your Store en Sisters solicitaron voluntarios, donaron los materiales, distribuyeron patrones y materia prima, y entregaron productos terminados. Los voluntarios que trabajaron con un solo esfuerzo de Sisters Country—el Desafío de 5 Días/500 Mascarillas—fabricaron 390 mascarillas en cinco días. El Proyecto fue dirigido por Pete Shepherd, abogado jubilado que sirve semanalmente como juez voluntario en un condado cercano. Bajo el liderazgo de Pete, se entregaron 350 mascarillas recién lavadas del Desafío de 5 días/500 Mascarillas a The Lodge en Sisters, una instalación de vida independiente y atendida en Sisters. 30 más fueron al consultorio del Dr. May Fan en Sisters, a quien uno de los voluntarios del Desafío de 5 Días/500 Mascarillas nominó como destinatario. Se distribuyeron diez más a Our House, un hogar de acogida para adultos en Sisters.

Las historias contadas por los voluntarios fueron tan diversas como inspirador su trabajo. Una condición ocular degenerativa impidió que un voluntario cosiera, pero permitió que el voluntario armara los estuches. Otro no tenia máquina de coser, pero sí tenia tela para donar. Un voluntario, al enterarse de que un organizador nunca había cosido nada, reaseguró al organizador diciéndole, “No te preocupes, cariño, déjanos la parte de la costura a nosotros.” Ella y sus amigos montaron 50 mascarillas para el Desafío de 5 Días/500 Mascarillas.

Semanas después de que las redes voluntarias espontáneas surgieron y comenzaron a fabricar las mascarillas, los proveedores de atención médica por todo el estado empezaron a publicar diseños preferidos para mascarillas de tela caseras. En Sisters Country, al menos, encontraron una floreciente red de voluntarios listos para cumplir con sus especificaciones.

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